Durante la pubertad, el cuerpo experimenta cambios significativos en la estructura ósea y cartilaginosa, incluida la nariz. El crecimiento exagerado de la nariz se produce en la adolescencia y es debido a un crecimiento desproporcionado del tabique nasal respecto al resto de estructuras faciales.
¿Por qué no vemos ninguna nariz con hueso elevado en los niños?
La razón por la cual no vemos el hueso de la nariz elevado en los niños se debe principalmente al desarrollo incompleto de la estructura nasal durante la infancia. Hay varios factores que contribuyen a esto:
Cartílago en desarrollo: Durante la niñez, el cartílago nasal está aún en desarrollo y no ha alcanzado su forma y firmeza finales. Esto significa que la nariz de un niño tiende a ser más suave y flexible en comparación con la nariz de un adolescente o adulto.
Falta de desarrollo óseo: La formación completa del hueso nasal y la estructura ósea de la nariz se produce gradualmente con el tiempo. En los niños, los huesos faciales todavía están en proceso de crecimiento y consolidación, lo que afecta la apariencia general de la nariz.
Menor influencia hormonal: Durante la infancia, los niveles hormonales son relativamente estables y no están tan activos como durante la pubertad. Las hormonas desempeñan un papel importante en la determinación de la forma y el tamaño de la nariz durante el crecimiento, por lo que su influencia es menor en los niños pequeños.
Menor acumulación de tejido graso: Las características nasales pueden estar relacionadas con la acumulación de tejido graso y cambios en la distribución de la piel y el tejido subcutáneo. Estos cambios son más notorios en adolescentes y adultos que en niños.
En resumen, la falta de caballete elevado en los niños se debe a que la estructura nasal está todavía en desarrollo y no ha alcanzado su forma definitiva. Conforme los niños crecen y entran en la adolescencia, es cuando pueden comenzar a notarse más cambios en la forma y estructura de la nariz.
En esta imagen vemos como en la infancia la nariz de la famosa cantante no presenta todavía elevación del hueso nasal. La nariz cambia y crece en la adolescencia.
¿Por qué aparece el hueso nasal elevado en unos adolescentes y en otros no?
El crecimiento de las estructuras de la cara depende de muchos factores como veremos más adelante, pero el más importante y determinante es el genético. Es decir, la forma y tamaño de la nariz la heredamos de nuestros padres o abuelos.
Una vez que llegamos a la adolescencia el crecimiento óseo facial empieza a estabilizarse, pero el tabique continuará creciendo si así lo marca su información genética. Este crecimiento del tabique producirá en el resto de las estructuras de la nariz una deformidad progresiva como si nuestra nariz fuera de plastilina y el tabique la fuera empujando y deformando.
Dependiendo de la dirección del crecimiento del tabique la forma de la nariz será diferente de unos pacientes a otros.
Esta es la razón por la que no vemos narices con hueso levantado antes de la adolescencia.
Además, debes saber que:
- Durante la adolescencia, la nariz sigue desarrollándose y cambiando en forma y tamaño.
- Los cartílagos y huesos nasales continúan creciendo con la edad, lo que puede afectar la forma y proyección de la nariz.
- Es común observar que la nariz adquiere una apariencia más definida y adulta a medida que el adolescente atraviesa esta etapa.
- La nariz nunca deja de crecer salvo después de una rinoplastia.
- Las chicas alcanzan la madurez facial antes que los chicos.
Factores que pueden influir en el crecimiento de la nariz
Los factores más importantes que afectan al crecimiento de la nariz son:
- Genéticos: Como ya hemos visto la nariz se suele heredar de la familia paterna, materna o ambas, siendo el factor genético el más importante.
- Cambios hormonales: Las hormonas juegan un papel importante en el crecimiento y desarrollo del cuerpo durante la adolescencia. Estos cambios hormonales pueden influir en el crecimiento del cartílago y el hueso en la nariz.
- Traumatismos: Los traumatismos nasales en la infancia pueden afectar la forma de la nariz y contribuir al desarrollo de una nariz con hueso levantado.
Conclusión
La adolescencia es una etapa de la vida marcada por significativos cambios físicos y emocionales. En este periodo, la nariz, al igual que el resto del rostro, experimenta transformaciones que pueden influir en la percepción de uno mismo.
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