¿Por qué un paciente con parálisis facial debe ser valorado lo antes posible por un Cirujano Plástico con experiencia en esta patología?
Empecemos por explicar qué es la parálisis facial.
Las causas más frecuente de Parálisis Facial en adulto es la parálisis de Bell y la parálisis postraumática. La parálisis postraumática puede producirse por un traumatismo, fractura herida facial o como complicación de una cirugía de una zona cercana al nervio facial.
Parálisis de Bell es una enfermedad de etología desconocida que se produce de forma brusca en el tanto por 100 de la población y en la que el 10% los pacientes quedan con algún déficit del nervio facial. La recuperación puede precisar meses y será necesario una buena valoración evolutiva de este proceso de recuperación para detectar en que momento se detiene y aplicar entonces el tratamiento quirúrgico adecuado al caso lo más precoz posible. La parálisis facial afectará a los párpados con perdida de movilidad, exposición corneal, imposibilidad para cerrar el párpado y grave riesgo de padecer úlceras corneales. Afectará también al habla, la masticación, la capacidad de beber líquidos y dificultará la respiración nasal. La parálisis facial da al paciente un aspecto constante de enfadad@ y triste dificultando la comunicación y las relaciones sociales.
Es muy importante saber que la parálisis facial se puede presentar con un espectro de síntomas muy amplio que será diferente de unos pacientes a otros y esto hará que sea necesario realizar una valoración de manera individualizada de cada caso con el fin de configurar un planteamiento y una estrategia quirúrgica adecuada.
La paralisis facial puede ser parcial o completa y afectar de manera diferente al ojo, la frente, la boca al labio superior, al inferior, a la respiración nasal, a la masticación y a la esfera psicológica con mayor o menor afectación de relaciones sociales y de la vida laboral.
¿Cuándo se interviene una parálisis facial?
Lo más importante en el tratamiento quirúrgico de la parálisis facial es actuar de forma precoz antes de que se produzca la atrofia definitiva e irreversible de los músculos de la cara. Por ello es muy importante que podamos valorar al paciente, o la paciente, en los primeros 3 meses de evolución. Existen dos tipos diferentes de intervenciones quirúrgicas en la parálisis facial. Podemos realizar una reinervación precoz de los músculos de la cara para darles movilidad (reconstrucción funcional) o realizar técnicas de suspensión de tejidos y estructuras faciales (cirugía estática).
Cirugía estática de suspensión
La cirugía estática de suspensión, lifting, suspensión con fascia muscular y suspensión con fascia temporal, se suelen utilizar para paliar los efectos de las parálisis faciales de muchos años de evolución en los que la musculatura facial es irrecuperable. Siempre que podamos debemos buscar una recuperación de la movilidad de los músculos de la cara.
Cirugía dinámica
La cirugía dinámica para recuperar la movilidad de la mímica facial se puede realizar a partir de los 6 meses del inicio de la parálisis, siendo inefectiva cuando el paciente lleva más de 4 a 6 años de evolución. En estas fases realizamos trasferencias nerviosas, siendo la trasferencia de nervio masetero la técnica de elección para el Dr Eduardo Simón. La trasferencia de masetero es una cirugía mínimamente invasiva. Se realiza a través de una pequeña incisión facial. Utilizando técnicas de microcirugía identificamos una pequeña rama del nervio facial y la rama del nervio del músculo masetero de 2 mm. Posteriormente trasponemos el nervio masetero a la rama del nervio facial. La sutura nerviosa la realizamos con pegamento quirúrgico.
¿Cuándo se nota una mejora?
A partir de los 4 meses la reinervación se hace patente y aparece un movimiento voluntario de la musculatura facial. Nuestra técnica quirúrgica propia de sutura con pegamento y nuestros resultados de la trasferencia de masetero han sido publicados recientemente en una de las revistas internacionales de mayor impacto en Cirugía Plástica, el Journal of Plástic, Reconstructive and Aestetic Surgery (JPRAS). Nosotros consideramos que no hay edad límite para la trasferencia de masétero. Tenemos algún pacientes con más de 80 años de edad intervenido mediante trasferencia de masetero con muy buena recuperación a los 6 meses.
Además de la trasferencia de masetero disponemos, en cirugía reconstructiva, de muchas otras técnicas quirúrgicas que aplicadas correctamente y a los casos indicados pueden mejorar enormemente la calidad de vida de los pacientes con paralisis facial.
Una valoración precoz por un cirujano plástico con experiencia en esta patología es necesaria para disminuir las secuelas de los pacientes con parálisis facial.
CASO REAL DE PACIENTE INTERVENIDA DE PARÁLISIS FACIAL